lunes, 19 de octubre de 2009

Camino a monterrey IX

Un buen café por las mañanas después de una noche así. Me asentaba muy bien
Camine de mi hotel a una cafetería el bar. Le bistro... Creo que los dueños, eran italianos, un lugar muy bonito y de atención esmerada, en cuanto entre un alegre joven
Me recibía con una sonrisa agradable.

_Un desayuno peruano por favor.

Las tostadas en su punto, y café caliente con aroma a esa esencia de café mañanero, en fin ya estaba yo, lista para salir hacer mis investigaciones, pero no se preocupen nos los voy aburrir con esa parte de la historia, pero ya les dijo que yo que en esas horas que dedicaba yo a la investigación logre sacar de mi mente por completo a ese hombre
Ya a hora solo parecía a ver salido de una película mexicana, una de esas lo que el viento se llevo, mucho drama decía a mí misma, por que la verdad nada tenia yo que estar sufriendo y gratis por ese extranjero. En fin retomando mi vida.
Mis investigaciones tenían que hacerse en los juzgados de paz, me pase hasta las 2 p.m. clasificando expedientes, comparando resoluciones, fotografiando con mucho cuidado lo que vine a investigar, a hora les comento que dentro de la corte de justicia tenia yo un primo de esos que nunca faltan en la familia, que no lo conoces pero cuando, viajas a algún lado, te dice tu madre, ahí tenemos una familia, pues que bien que se acordara mi madre que teníamos a este buen hombre primo mió y que mejor que trabajara en los archivos, el pobre hombre estaba de todos los colores, ya que nadie puede ingresar a esa parte de los expedientes. Pero sus colores que comenzaban en rojo y terminaban en verde se fueron aminorando cuando lógicamente le extendía un billetito de 100 verdes americanos y una sonrisita mía, de las que siempre he dado cuando se trata de dar confianza.

Bueno hora de almorzar de verdad que la investigación me llevaba a hora a la jefatura
Y también pasaría por la procuraduría.
La fiscalía seria el último de mis lugares para realizar mis investigaciones. Muchas veces la identificación de prensa te abre muchas puertas, pero casi siempre te cierran la puerta en la cara, acostumbrada ya a esos actos desnaturalizados con mí persona es por lo que siempre adopto diferentes nombres y oficios. Así mientras buscan lo que no quiero, pues yo me las arreglo para buscar lo que realmente me interesa saber.


Decidí que visitaría primero la jefatura y pondría una denuncia de robo, así me escabulliría por las oficinas sin que notasen mi presencia por que si entras es por que eres de los buenos o de los malos, entonces tenia que ponerme a buen resguardo tendría que ser una pobre victima indefensa que quizás se pierda por los pasillos, buscando los servicios higiénicos, eso ya estaba sincronizado a hora primero era ir a comer algo que moría de hambre, literalmente hablando claro, por que la verdad en cuanto salí de la sala de archivos y expedientes ultra x . Volví a pensar en José, desde la plaza de armas de Huaraz se puede ver los nevados y en un instinto no dejaba de mirarlos, y de recordar que se encontraba ahí ese hombre que a hora quería resistirme a pronunciar su nombre, si mas lo hacia mas se iba a quedar en mis pensamientos, y era lo menos que deseaba en esos momentos, pero lo que no quería entender es que José ya estaba formando parte de mi vida.

Aproveche antes de ir a almorzar en visitar en mercado de Huaraz y comprar el famoso queso que tanto me había encargado mi madre, es que seria casi un crimen capital, si llegas a Huaraz y no compras el quesito ese… el mismo queso que tantas veces llegaba a mi mesa, encomiendas que siempre llegaban ala casa de todas partes , la verdad es que mis padres tenían la familia regada por todo el Perú, mas a mi favor, para a verme metido de reportera siempre es bueno tener un familiar cerquita pues.

Ya en centro del mismo mercadillo de Huaraz me escabullí entre mis paisanos, que hablaban un quechua difícil de entender por que entre palabra y palabra una hoja de coca se iba chacchando, bolas verdes en las bocas de esas viejitas que parecían saber toda historia de todos los tiempos, algunas mezclaban un quechua con el castellano, miraba x aquí y x allá, preguntando precios, y mas bien probando de todo lo que se me ofrecía, en una esquina ya doblando la fila de comerciantes logre oír el nombre del sujeto, a quien había venido a investigar, bla bla quesos van quesos bienes, .. logre entender que esa mujer de polleras azules lloraba amargamente, por que dizque, que había perdido su parcelita de terreno, casi na un lugarcito, algo mas de 5 hectáreas de cultivo, y por manos de este famoso personaje, de por medio oía especulaciones, y que como yo sospechaba, la mafia se estaba apoderando de las áreas de cultivos, para destinarlas al cultivo de coca, apunte con mucho cuidado la ubicación de donde procedía esta mujer, para ir a tomar unas fotos, y ver con mis propios ojos los que estaba pasando.

Suficiente información para un solo día, decidí no comprar nada aun y me fui a tomar algo, que tenia la boca salada de tanto queso que comí, no quería mas almorzar, ya en ese momento, era feliz con una botella vino, y un buen pedazo de jamón.

Y no es que sea española, pero mi padre si, así que tengo de serrana la herencia de mi madre, y de español por parte de mi padre, que a veces renegaba de su patria y decía que era mas peruano que Fujimori, pues entonces me entraba la duda, por que al final no sabremos donde es que nació el señor Fujimori.

Regrese a mi hotel, ya no haría mas investigaciones, solo visitaría los terrenos de esa mujer, y tomaría fotos, lo demás podía esperar
Me pedí una botella de vino, y unos bocadillos, para despistar, mientras me descansaba un poco.
Mi ventana daba de frente al nevado de Pastururi, otra vez se me vino a la mente José, y su expedición, yo nunca he subido pensé, y es la verdad, en mi paso por Huaraz, nunca había tomado la decisión de subir a escalar o simplemente pasear por ahí, a hora tenia una persona muy cercana subiendo a la cima, y no sabia si volvería a verla, y cuando pensaba en esa persona mi corazón salía disparado del pecho como locomotora descarrilada. Pero una vez mi madre me dijo, “hija cuando sientas que el corazón se quiere escapar y dar rienda suelta, repréndelo con coraje, por que nada en esta vida justifica una actitud indecorosa”…
Y no es que sea cucufata la madre mía, mas bien sabia diría yo, por que mas de una vez, amiga y consejera, mas de una vez acertó con sus ideas y consejos, pero esta vez no estaba a mi lado, y no podía opinar, así que esta vez, yo estaba sola, sola, con mis pensamientos, José, en mi habitación, sentía su presencia, sentía que estaba hasta en mi ropa.

Toda una jornada en la tarde, fotos muy buenas de cultivos de coca, la verdad esto era mas insólito, de lo que yo pensaba, y en todo esto se tejía una red de corrupción desde fiscales.

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