viernes, 16 de octubre de 2009

Camino a monterrey IV

capitulo IV
Hay José. Como te has reído, de verdad termine entre las ramas, Entre la lluvia, y el rojo de esta tierra… casi con las lagrimas en los ojos, de sentirme tan inútil, el piso hecho fango ya. Mis vaqueros, sucios llenos de lodo, y yo ya resfriada. Que más podía pedir... Pues eso…. (Que nos habíamos perdido….) Cuantas fotos me sacaste... De todas las caídas espectaculares, caía de nalgas, caía de rodillas, caía de manos ... conté yo las 10 primeras caídas, el resto ya no tenia ni fuerzas, ni ganas de contarlas. Me sentía mal, que horror tanta vergüenza en mi rostro, mi espíritu aventurero se esfumo, se me fue, lo mojo la lluvia. Solo deseaba llegar al hotel, olvidar todo. Secarme, irme a mi cama, dormir, quitarme estos horribles zapatos, era irme, y no verte a los ojos,…. Sentía en tu mirada, algo que me abrumaba, cuanta vergüenza en un solo día……. Y la lluvia que no paraba de caer, y yo que no me podía mantener en pie.Y tú ... tú riéndote de mí, sacando fotos, en cada caída… JODER José. No mas fotos xxdddddd…… jajajajaja risas tuyas, llantos míos,….. Caricias tuyas cuando me levantabas, Igual no podía más…. y encima perdidos, si era que teníamos que subir, o que bajar, nos guiaríamos por la intuición la corazonada nos mandaba,, nos hacia caminar. Cansada abatida…. y sin una pizca de sangre mas en la cara... Así continuaba mi camino al a vergüenza total……. Perros… ladridos, perros nos salieron al encuentro-- que hacían esos perros aquí.Un perro negro me salió al encuentro su mirada fija, sobre cualquier movimiento que hiciera, sus dientes afilados, y sus gruñidos, enfurecidos, parecía poseído, y luego otro perro mas. Ya José, Se ponía nervioso, lo sentí entonces, titubear… retrocedió despacio hasta donde estaba yo, un tercer perro. Nos cerraba el otro camino. Yo no podía ni pestañar. Fue en ese momento. Que me dije a mi misma, carajo… has viajado de tan lejos, estas toda enlodada. Tienes lodo hasta en los brazos, y la única persona que tu crees que te cuidaría, esta entrando en pánico…. Pues era hacer algo, si o si…. Rápidamente en un movimiento, cogí una piedra grande y arranque con todas mis fuerzas una caña. Sin pensarlo, avance delante de José... Lancé la piedra al perro que estaba mas cerca. Con fuerzas sin,.. Titubear... y con la caña. Corrí hacia los otros 2 perros, que al mirarme tan enloquecida y furiosa... se asustaron con mi grito, y se echaron a huir... José. Reacción otra vez más, tomo la delantera, y dijo firme, pues nos hemos perdido, y como no hallemos el camino, se nos viene la noche, no... no. José... le dije, no. Nos hemos perdido,.. Continuemos, por el medio de este paso, quizás, fue que me vio decidida ante las perros, que fue lo que hizo, que esta ves,.. Me siguiera a mí. Y ya no me caía mas, ese enfrentamiento con los perros, había hecho aflorar en mí, la seguridad en mi misma. Y mis pasos se hacían firmes, ya no estaba detrás de José. Era la guía. Ya no caía de rodillas, saltaba entre roca y roca… a hora era José. Quien se quedaba atrás... ya no podía caerme más, ya estaba echa un desastre. Así que nada perdía saltando, y corriendo, sin parar… “dos niños exploradores, eso parecíamos José y yo”… entre risas mi autoestima había regresado, En una caminata que ya llegaba a su fin... Cuando vi entre los cerros, y los caminos, alzarse un asfalto,… bellísimo, lo mas hermoso que vi en esas 6 horas. La cartera… En cuanto pise firme el asfalto, las piernas me temblaron,.. Entre en shock, una lagrima se quería escurrir por mis redondas mejillas. Habíamos llegado, por fin Monterrey bajando por el asfalto.José venia atrás mirándome, con esa deliciosa mirada que tenia en sus ojos verdes… hay José, no era el momento, pero ya me hubiera a mi gustado, besarte esos labios. Monterrey nos daba la bienvenida... pero eso se los contare en el próximo capitulo.

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